miércoles, 14 de marzo de 2007

Enfrentamientos entre leonelistas y danilistas podría sacar el PLD del poder



SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha comenzado a trillar un camino peligroso, con el enfrentamiento entre las tendencias del presidente Leonel Fernández y el ex secretario de la Presidencia Danilo Medina, que podría conducir esa organización política a una derrota electoral en los comicios presidenciales de 2008.
El nivel de confrontación entre reeleccionistas y anti-reeleccionistas hace recordar los tiempos en que el hoy opositor Partido Revolucacionario Dominicano (PRD) se enfrascó en una lucha intestina que terminó dividiéndo la familia perredeísta y provocó, en parte, la derrota de ese partido en las elecciones de 2004. Se abrieron heridas tan profundas que luego no pudieron curar.
Los danilistas acusan a los reeleccionistas de utilizar los recursos del Estado, de incurrir en actos de corrupción, cancelar, maltratar y perseguir a funcionarios y empleados medios que no están con el continuismo de Fernández, mientras los reeleccionistas descalifican a Danilo Medina como opción para retener el poder bajo el alegato de que sólo con Leonel se puede retener el poder frente al PRD, que ya eligió y proclamó su candidato y parece unido y decidido a reconquistar su espacio.
Las diferencias entre Fernández -presidente del PLD-, y Danilo Medina, a quien se le atribuye control de las estructuras peledeístas, son de tal magnitud que todo parece indicar que el gran problema estará en la reconciliación luego de que uno de los dos gane la candidatura presidencial y se necesite la unidad de los peledeístas para enfrentar a sus verdaderos enemigos políticos, que son los perredeístas y reformistas.
Tanto el grupo de Leonel como el de Danilo exhiben un triunfalismo peligroso para el futuro del PLD, porque los líderes de ambas tendencias afirman que ganarán las elecciones internas del 6 de mayo y ninguno escatima esfuerzos ni recursos para lograr ese propósito. Leonel Fernández y los dirigentes de su tendencia están conscientes de que en un país presidencialista como este, el Presidente y el líder del partido, no puede perder las elecciones internas porque terminaría sepultado políticamente; mientras Medina entiende que este es su tiempo, la oportunidad de ser Presidente y trabaja junto a su equipo como si fuera la única oportunidad.
Se trata de una especie de guerra a muerte entre enemigos irreconciliables, que es la parte más peligrosa de este proceso, porque no se está dejando espacio para la unidad de los peledeístas y divididos o con una sector del partido de brazos caídos no tienen posibilidades de permanencer en el poder más allá de agosto de 2008.

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